La montaña contra la depresión

Según Jeronimo Saiz, miembro del Comite Ejecutivo de la Sociedad Española de Psiquiatría, la práctica de deporte con moderación, unos 30 minutos tres veces por semana, es una recomendación habitual en patologías psicológicas, entre las que podríamos incluir la ansiedad y depresiones leves o moderadas. Se ha demostrado que el ejercicio realizado de manera habitual mejora los sistemas de neurotransmisores, como la serotonina, por lo que puede ser positivo para ayudar a paliar este tipo de enfermedades Los deportes de montaña, además de mejorar lo comentado también tienen otros efectos beneficiosos sobre la salud mental de los pacientes. Nos ayuda a mejorar la autoestima, Andar, correr, practicar escalada o el esquí pueden ser un complemento muy positivo como soporte a otros tratamientos. El reto que nos encontramos en estos casos es la falta de motivación y la poca energía que los pacientes con depresión tienen. El sedentarismo, la falta de ejercicio en nuestras vidas puede aumentar el riesgo de padecer depresión. La persona sedentaria muchas veces tiene asociada una falta de contacto social, y su relación con los demás es escasa, por lo que la práctica de deportes de montaña pueden ser favorables para romper este sedentarismo y mejorar la relación con los demás.