En más de 200 investigaciones clínicas se ha descubierto que la acumulación de todos los tipos de colesterol en las paredes internas de los vasos sanguíneos, venas y arterias, reaccionan al polo norte de un íman, ayudando a disolver en parte estas acumulaciones de grasa de materiales colesterogénicos. Por otra parte, el polo sur tiende a potenciar los depósitos grasos.
Los ímanes tambíne afectan a las células. Normalmente, tales células no estan alineadas, o están despolariadas. Dependiendo de que polo magnético se aplique ( bien a las células sanguíneas en una platina de microscopio o poniendo un íman en la muñeca sobre los vasos sanguíneos), las células sanguíneas se alinean en el sentido de las agujas del reloj (polo sur) o en el sentido contrario a las agujas del reloj (polo norte). El polo sur aumenta la capacidad de las células de transportar oxigeno. El polo norte aumenta la actividad inmune.
Es importante usar el polo correcto. Teniendo en cuenta que el polo sur estimula el crecimiento en todos los seres vivos, incluso los microbios, no se debe usar cuando hay infecciones. Por otra parte, el polo norte tiende a acelerar el proceso curativo más que el crecimiento. Ambos polos tienen efecto analgesico.
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