lunes, 15 de octubre de 2012

Sistema digestivo, algo más que un aparato para digerir.

Nuestro sistema digestivo además de realizar la digestión (separación y asimilación de los nutrientes de la comida y las sustancias de desecho restantes), tiene otra función igual de importante, pero menos conocida. Interviene en la función defensiva del organismo. La mucosa del intestino delgado actúa como una barrera protectora contra muchos agentes invasores externos, siendo uno de los mecanismos de nuestra inmunidad. Hay muchos factores que pueden alterar este mecanismo, como el comer deprisa y sin masticar bien la comida, cocinar los alimentos a demasiada temperatura, la deficiencia de enzimas digestivas (estas enzimas ayudan y facilitan la digestión), el exceso de estrés, comer poca fibra, tomar excesivos medicamentos, estar expuestos a contaminación ambiental o a metales pesados, entre otros.
Estos factores causan una agresión a nuestro sistema digestivo, dañando la mucosa intestinal y destruyendo la flora bacteriana, esto hará que las vellosidades que existen en está mucosa se atrofien y se vayan degenerando, por lo que aumentara la permeabilidad del intestino delgado. La mucosa del intestino gracias a sus vellosidades es impermeable, impidiendo que se filtre a través de ella moléculas, gérmenes o proteínas. Cuando el intestino se vuelve permeable, entre las vellosidades se puede "colar" estas sustancias, llegando al torrente sanguíneo y produciendo problemas de alergias, dolor, inflamación.