No creo que sea necesario extenderme mucho explicando lo que es el acné, quien más y quien menos ha sufrido de algún molesto granito alguna vez.
En la piel tenemos unos pequeños agujeritos (poros), por donde sale al exterior el sebo, una grasa que producen las glándulas sebaceas y que nos mantiene la piel suave y lisa. También se elimina por los poros pequeñas células muertas. Cuando un poro se tapa, en su interior se acumulan estas sustancias, infectándose y creando el dichoso acné.
El tratamiento clásico puede pasar por antibióticos, complejos que contengan peróxido benzoico, sulfuro, resorcinol o ácido retinoico, algunos de ellos tóxicos y con efectos teratogenicos (afectan la salud o formación del feto) que puede durar un año.
El tratamiento natural pasara por controlar la dieta y la salud intestinal, es muy importante lo que se come y como se digiere. Los intestinos están muy relacionados con la piel. Podemos suplementar con algún multinutriente que contenga pequeñas cantidades de vitamina A o betacarotenos, zinc, selenio, entre otras cosas. Y podemos realizar mascarillas con arcilla añadiendo aceites esenciales u oligoelementos.
Los oligoelementos rara vez los usamos de manera tópica, pudiendo ser de gran ayuda en estos casos, pues nos pueden servir para tratar o prevenir la sobre-infección, disminuir la inflamación y para tonificar la piel o eliminar flacidez.
