Próximamente un familiar tendrá que pasar por quirófano, al hacerse las analíticas correspondientes se le detectó una pequeña anemia. A parte de darle el consabido (y nefasto) sulfato de hierro, el medico le recomendó que no consumiera huevos, ya que según el, estos interfieren la absorción intestinal del hierro. Pero, ¿Qué hay de cierto en esto?
Pues nada, Los huevos no solo no interfieren la absorción de hierro, si no que ellos son una fuente de hierro. Aparte de aportarnos fosfolipidos, imprescindibles para la salud mental y la memoria, proteínas de alto valor biológico (esto quiere decir que nos aporta todos los aminoácidos esenciales, los aminoácidos que el cuerpo humano no es capaz de producir a través de otros alimentos). Vitaminas A, D, E y algunas del grupo B. Y otros minerales como el fósforo, el selenio y el zinc.

Por último saber que la calidad de los huevos viene marcada por un código alfanumérico impreso en la cáscara. Nos tenemos que fijar en el primer número de la izquierda de este código, cuanto más bajo sea de mejor calidad son los huevos. Si el primer número es un cero nos indica que estos huevos son de producción ecológica. Un uno significa que son procedentes de gallinas camperas, criadas en naves pero con la posibilidad de salir al exterior. Un dos significa que han sido criadas en el suelo de naves, pero sin la posibilidad de salir al exterior y sin ver el sol ni en pintura. Y por último, un tres nos dice que las gallinas han sido criadas en jaulas.
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